Cultura
- secsemhotytu
- 20 oct 2016
- 2 Min. de lectura

En el departamento de Izabal predominan dos idiomas: el q’eqchi’ y el caribe-araguaco o garífuna. Este último es el resultado del mestizaje de tres grupos étnicos: los indios caribes -que son naturales de esas islas-, los araguacos procedentes de América del Sur y los negros africanos (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
El lugar donde se presentan más danzas garífunas es en Livingston. Entre las más populares están El Yancunú, El Sambai, La Punta, La Shumba, El Jungujugu y El Gunjae, entre otras. La población q’eqchi’ practica la danza del venado en poblaciones como en los caseríos de Livigston y El Estor (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
El mestizaje y el proceso hitórico han permitido una amalgama de tradiciones orales de extraordinaria originalidad, así como de literatura oral de origen maya y occidental. Predominan las tradiciones garífuna en toda la región, expresión más genuina de la cultura negra en Guatemala (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Dentro de la literatura oral garífuna hay cuentos que se narran en los velorios, los cuales narran uragas, leyendas, adivinanzas y se realizan los juegos de azar tradicionales. La mayor parte de los uraga garífuna son cantados, es decir, relatos acompañados de canto (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.). Existe también la leyenda de tipo mayense q’eqchi’. En Cahaboncito, El Estor, se narra la conseja del Manpacto, que es un hombre muy grande “entre moreno y blanco” que tiene un sombrero hecho con su propia piel. Camina entre manglares del río Polochic y es considerado el Adán de Izabal. Y entre los ladinos de Los Amates y de Valle Nuevo, se habla mucho de los espantos, aparecidos y ánimas en pena (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
El universo musical garífuna es muy amplio y específico. Abunda la música y los juegos infantiles. La danza y el canto van sumamente unidos. Los instrumentos musicales son rústicos, como la batería hecha de lata o las caparazones de tortugas. Un conjunto musical especial de los garífunas son los combos: tocan en ocaciones especiales, fiestas domésticas, y sus ritmos son los tradicionales de “la punta”, así como el reggae (Lanuza, s.f.).
Dentro de la música practicada por los pueblos q’eqchi’s asentados en El Estor y Livingston sobresalen los ritmos del son, tanto el ceremonial como “el para bailar”.
Entre los instrumentos que utilizan están la marimba sencilla, la marimba “cuache” y en particular el conjunto de arpa, guitarrilla y violín de ascendencia occidental. En Cahaboncito y Chichipate sobresale el festival de arpas, que reune conjuntos de arpas alternando con sones indígenas, barreños y mestizos (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Todo el departamento de Izabal es propicio para las prácticas médicas autóctonas: uso de de plantas medicinales preparadas con agua de mar y productos marinos. Existen médicos brujos tradicionales o curanderos llamados Buyei. Son famosas las comadronas de York y los compone huesos. También sobresalen los ajitzs o brujos del Sepur, entre los q’eqchi’ de El Estor (Lanuza, s.f.).
Izabal posee una de las religiones más sincréticas de Guatemala, en sus rituales y cosmovisión, ya que se unen creencias animistas tanto de los pueblos garífuna como del q’eqchi’ y las expresiones del cristianismo occidental (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Opmerkingen